lunes, 2 de septiembre de 2013

Subsidios agrícolas evidencian agotamiento de los controles

Consideran que esas ayudas no estimulan la producción de rubros

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El Gobierno recientemente autorizó subsidios para el maíz, arroz, sorgo y soya, además del pago de compensación sobre el precio de la leche ARCHIVO
ANGIE CONTRERAS C. |  EL UNIVERSAL
lunes 2 de septiembre de 2013  12:00 AM
El Ejecutivo nacional echó mano a la política de subsidios en el sector agrícola, como medida para contener el alza de precios al consumidor, con lo cual se niega a reconocer el incremento que han registrado los costos de producción.

Al Gobierno le preocupa el auge en los precios de los alimentos que entre enero y julio acumularon un aumento de 38,4%, de acuerdo a las cifras del Banco Central. 

La ayuda económica aprobada recientemente se otorgará a los productores de: maíz, arroz, sorgo y soya como pago a la cosecha del ciclo invierno. También se anunció el pago de la compensación sobre el precio de la leche. 

El subsidio no necesariamente se convierte en estímulo al productor y tampoco contribuye a incrementar el rendimiento por hectárea. El hecho de que la cancelación dependa de forma directa de los recursos fiscales ya genera desestímulo. Históricamente no ha sido fácil para los productores agrícolas cobrarle al Estado, de hecho, todavía hay compensaciones pasadas por cobrar.

Las compensaciones equivalen al 50% del ingreso al productor de allí la preocupación entre los agricultores sobre el pago oportuno de la cosecha. 

El profesor del IESA, Carlos Machado Allison, explica que Venezuela está suscrita al acuerdo de Marrackech en el que se autoriza la aplicación de subsidios en países menos desarrollados, siempre y cuando estén asociados a la producción y no al precio. Pero en el país, desde el Gobierno de Luis Herrera Campins, la compensación ha estado asociada al precio de venta del rubro.

Considera que si se aplica sobre el volumen de producción, en lugar del valor de la misma, se estimularía la inversión en tecnología y la compensación se traduciría en aumento de los rendimientos por hectáreas. 

"Los subsidios en la época de Jaime Lusinchi y Luis Herrera no tuvieron impactos positivos sobre la producción, salvo en maíz y caña de azúcar. Siempre se ha aplicado el subsidio a los mismos rubros, entonces hay que preguntarse qué pasa con los demás que no reciben el mismo estímulo. También hay un tema del control de precios que no funciona", expresa Machado Allison.

Señala que con la política de subsidio genérico sólo se beneficia a los grandes productores y se atenúa el impacto en los precios al consumidor, y no es una solución a largo plazo.

Condiciones 

El profesor del IESA alerta que el pago de la compensación depende del flujo de caja que tenga el Gobierno nacional, y una eventual caída del petróleo podría afectar el ingreso de los agricultores, sobre todo en un año con déficit fiscal.

Hay dudas sobre el flujo de caja del Gobierno, pues aunque el Ministro de Agricultura y Tierras, Yván Gil señaló que tiene un fondo de estímulo al productor con un monto de tres millardos de bolívares, "la pregunta es si tienen para pagar el subsidio de esas cosechas que saldrán todas al mismo tiempo, sobre todo maíz y arroz", sostiene Machado Allison.

La producción estimada de maíz para el ciclo invierno está en el orden de 1 millón 200 mil toneladas. El subsidio para el maíz blanco será de Bs 1,75 sobre el precio actual con lo cual, si se logra ese volumen, se tendrán que desembolsar 2,1 millardos de bolívares, lo que equivale a 70% de los recursos del mencionado fondo de estímulo al productor.

"Es un circulo vicioso: tasa de cambio artificial, control de precios, Estado productor y comercializador, subsidio. Hasta dónde llegará la capacidad de la caja estatal si se subsidia desde la gasolina hasta el arroz que nos comemos, sin hablar de las empresas del Estado".

Agrega que la medida de implementar subsidios a la producción agrícola tiene que ver con la temporada electoral que está por comenzar. 

Machado Allison apunta que una manera eficiente para que la política beneficie directamente a los productores y haya menos corrupción es desembolsar los recursos a través de la agroindustria, tal como han propuesto los agricultores. "La clave es el pago a tiempo".

El dilema para el Gobierno se profundizará en la medida que los costos aumenten y no quieran reconocerlo en los precios de venta al público de los productos. El problema es que si los subsidios son insuficientes o no se pagan de forma adecuada, puede desestimularse la producción de materia prima, lo que agravará los problemas de escasez de insumos.

Reacción 

Ante los subsidios, el presidente de Fevearroz, Fuaz Kassen, señaló en un comunicado que "nos sentimos mejor si los ingresos del sector primario se generan por la vía de precio y que los subsidios queden para casos particulares y contingencias propias de la actividad". 

"En esta oportunidad el Ejecutivo decidió aplicarlos a los fines de proteger a los consumidores y esto, pese a las incidencias en nuestro sector, hemos decidido aceptarlos fijando posición en cuanto a los rezagos que se generan en el monto y, en segundo lugar, al ineficiente mecanismo de pago de los subsidios hasta ahora implementados", añadió. 

En el rubro arroz el rezago en el ingreso al productor es de 10% con relación al precio.

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