jueves, 7 de noviembre de 2013

FUNDARROZ: ejemplo de asociación estratégica entre los agricultores y
la agroindustria arrocera, que ha favorecido el establecimiento de una red
científica y tecnológica en torno al rubro.
Santiago Clavijo A. y Catalina Ramos1
.
La necesidad de una alianza en búsqueda de una garantía de futuro, 
determinó que los agricultores y la industria procesadora del grano 
decidieran constituir, en 1995, la Fundación Nacional del Arroz 
(FUNDARROZ), con el objeto de promocionar el consumo, demandar la 
investigación científica y tecnológica necesaria, facilitar los procesos de 
transferencia de tecnología, contribuir a la capacitación de los talentos 
humanos requeridos por el sector y garantizar la difusión de aquella 
información de importancia para los actores del circuito arrocero 
venezolano. Información adicional sobre esta organización puede ser 
obtenida en la dirección electrónica www.fundarroz.org.ve. 
Adicionalmente y no menos importante, FUNDARROZ se convirtió en la 
representante venezolana ante el Fondo Latinoamericano y del Caribe para 
Arroz de Riego (FLAR), al asumir el compromiso de cancelar la contribución 
económica anual que garantiza la participación con plenos derechos en 
dicho escenario. 
Para enfrentar los compromisos que le impone su misión institucional, 
FUNDARROZ decidió asesorar las decisiones de su Junta Directiva, 
constituida exclusivamente por representantes de los agricultores y de los 
industriales, a través de las recomendaciones de un Comité Técnico, en el 
cual fueron invitadas a participar tanto instituciones académicas como de 
apoyo a la investigación científica y tecnológica. Con la intención de definir 
de que manera podría hacer más provechosa sus actuaciones, la Junta 
Directiva decidió determinar los problemas que aquejan al sector arrocero 
venezolano y escoger de ellos aquellos de mayor significación, los cuales 
posteriormente serían abordados mediante la realización de acciones 
pertinentes por parte de las organizaciones e individualidades que 
respondiesen al llamado público en tal sentido. Para tal fin se procedió a la 
identificación de los problemas mediante la actualización y la validación del 
diagnóstico que sobre la situación del sector arrocero se había realizado en 
1989. 
La validación se adelantó en tres localidades geográficas venezolanas, con 
la participación de más de 300 personas relacionadas con el rubro, lo que 
produjo el "Diagnóstico de la situación del arroz en Venezuela", actualmente 
en prensa para su publicación formal

Tomando como base el mencionado diagnóstico validado se procedió a 
extraer un conjunto de Areas Temáticas dentro de las cuales se incluyeron 
los correspondientes Problemas. Confrontar la lista de problemas con la 
opinión de las audiencias consultadas posteriormente permitió no solo 
aceptar nuevamente como válidos los reseñados en el documento, sino 
añadirle otros que no habían sido expresados convenientemente en el 
mismo. Identificados las Areas Temáticas y sus respectivos Problemas se 
elaboró una tabla de doble entrada en la que se incluyó en columnas la 
descripción sinóptica del problema, los factores de ponderación y un 
espacio para totalizar la puntuación asignada a cada problema. Este 
instrumento se utilizó para una consulta a grupos escogidos de informantes 
calificados, la cual, después de analizar estadísticamente la distribución de 
las puntuaciones asignadas a las Areas Temáticas y a los Problemas por los 
consultados, produjo la asignación de prioridades. Decididas las 
prioridades, éstas se hicieron públicas acompañadas de una solicitud de 
consignación ante FUNDARROZ de propuestas de actividades destinadas a 
contribuir a la solución de los problemas más importantes. Las propuestas 
fueron evaluadas y escogidas en definitiva aquellas más promisorias en 
base a su excelencia, factibilidad, pertinencia y oportunidad, alentándose en 
todo momento la interinstitucionalidad del esfuerzo. 
Gracias a este esfuerzo fomentado por FUNDARROZ, hoy está marchando 
un programa de mejoramiento genético que intenta satisfacer la necesidad 
de obtener variedades altamente productivas, tolerantes a enfermedades y 
de buena calidad molinera y culinaria. El mismo lo adelantan 
mancomunadamente tres instituciones de investigación, dos públicas y una 
privada. Adicionalmente se ejecutan proyectos en evaluación y 
estabilización de los parámetros de calidad del arroz aplicados por las 
agroindustrias arroceras en Venezuela, en alternativas de labranza 
conservacionista y uso de coberturas vegetales, en identificación y 
caracterización de razas y linajes genéticos del hongo Pyricularia grisea y 
en la caracterización del arroz venezolano. El financiamiento de lo descrito 
se logra mediante aportes económicos de los agricultores, de la 
agroindustria molinera y del CONICIT, los cuales, gracias a las capacidades 
humanas y materiales existentes en distintas instituciones venezolanas, así 
como el soporte que representa la asesoría del FLAR, han permitido, en el 
caso del arroz, un cambio significativo en la forma como se diseña, apoya, 
conduce y supervisa la investigación agrícola en nuestro país.

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