Arroz híbrido para América Latina
29 abril, 2013 by Neil Palmer (comments)
Una nueva alianza público-privada en América Latina promete impulsar la productividad del arroz y podría contribuir a reafirmar a la región como una canasta alimentaria incipiente para el mundo.
Puesto en marcha en 2012, el Consorcio Híbridos de Arroz para América Latina (HIAAL) reúne a investigadores del CIAT con otros investigadores, comerciantes, molineros y organizaciones de agricultores del sector arrocero de 13 países para desarrollar híbridos de arroz de alto rendimiento específicamente adaptados a la región. Este paso refleja la gran importancia que le da al arroz híbrido el Programa de Investigación de CGIAR sobre Arroz, también conocido como Programa Global de Investigación en Arroz (GRiSP, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo principal es satisfacer la creciente demanda mundial de arroz.
Desarrollar arroz híbrido implica cruzar dos líneas endogámicas distintas de arroz para obtener progenie genéticamente superior que sea hasta 20% más productiva. Si bien se encuentra afianzado en Asia —más de la mitad del arroz de China proviene de híbridos— y en menor grado en África, el arroz híbrido corresponde a menos del 2% del área de arroz de América Latina.
Un arroz más robusto
El arroz es autopolinizante, ya que contiene partes masculinas y femeninas que producen progenie genéticamente idéntica a la planta progenitora. Si bien esto asegura el traspaso de características particulares de una generación a la siguiente, también limita las opciones para el mejoramiento del cultivo. Para producir arroz híbrido de calidad superior que combine los rasgos ventajosos de distintas variedades de arroz y logre aprovechar la “heterosis” —la tendencia de las variedades cruzadas a superar a sus plantas progenitoras— los científicos deben primero desarrollar variedades con esterilidad masculina de manera que se pueda dar la polinización cruzada.
Además de altos rendimientos, las variedades de arroz híbrido desarrolladas por el Consorcio combinarán múltiples rasgos adicionales con el fin de superar algunas de las limitaciones más críticas en la región. Entre ellas, la resistencia a enfermedades, como el añublo y el virus de hoja blanca, y la necesidad de obtener grano de mejor calidad —algo esencial para comerciantes y procesadores del sector arrocero.
También se procurará desarrollar las variedades para adecuarlas a la práctica de la siembra directa —siembra de semilla de arroz con maquinaria directamente en el suelo, en lugar de la práctica común en Asia y África de trasplantar manualmente las plántulas. El arroz sembrado directamente necesita tener raíces profundas para evitar el encamado —la inclinación o el derribo de las plantas por acción del viento— y tallos fuertes para sostener el peso de las panículas pesadas. La investigación del HIAAL en arroz híbrido podría combinar todos estos rasgos en “súper variedades” individuales.
A partir de lo mejor
En el recién creado Consorcio, el CIAT hará los cruzamientos iniciales de prueba con base en variedades de arroz de su propia colección, del Instituto Internacional de Investigaciones sobre el Arroz (IRRI) en Filipinas y de variedades comerciales y “líneas élite” experimentales de alto desempeño desarrolladas por las instituciones participantes en América Latina. Tras las pruebas iniciales, el CIAT distribuirá los híbridos a socios del Consorcio para pruebas posteriores y mejoras adicionales.
Se ha establecido un sistema de regalías para recompensar a las instituciones participantes cuando se utilizan sus variedades como progenitoras de las nuevas plantas híbridas. Los pagos contribuyen a asegurar que las instituciones proporcionen al programa de mejoramiento sus mejores variedades y que los socios reciban fluidamente fondos para continuar invirtiendo en la iniciativa.
“La investigación es costosa y los riesgos son altos, pero los beneficios son potencialmente enormes”, afirmó Édgar Torres, líder del Programa de Arroz del CIAT. “Pero al conformar una alianza público-privada de esta clase, tenemos dos ventajas principales: acceso al mejor germoplasma —del cual gran parte está bien adaptado a la región— y adicionalmente, una red sólida y extensa para efectuar pruebas y evaluar las variedades en distintas regiones y condiciones ambientales. Hacer esto es extremadamente costoso para las compañías privadas”.
Una dificultad potencial es que los beneficios de las variedades híbridas únicamente duran una generación, antes de que los rendimientos empiecen a disminuir y la variabilidad en los rasgos se empiece a notar. Por tal motivo, los agricultores deben comprar semilla híbrida cada año, en lugar de mantener una porción de su semilla cosechada para siembra. Para Torres, esta es realmente una de las ventajas del arroz híbrido en la región:
“Significa que los agricultores tendrán semilla certificada y de alta calidad en cada temporada, lo cual contribuirá a garantizar rendimientos consistentemente altos y a limitar la propagación de enfermedades y problemas como el arroz rojo. Igualmente, querrá decir que se puede establecer un mercado de semilla, lo que nos permitirá llegar a muchos más agricultores”.
“Como las raíces más profundas se asocian con la tolerancia al encamado, esperamos que los híbridos puedan acceder a nutrientes que se hallan a mayor profundidad en el suelo, de modo que el costo de comprar las semillas será parcialmente compensado por un menor gasto en fertilizantes”.
Se espera que las primeras variedades que resulten de esta alianza sean liberadas formalmente en 2016, con la creación de un sistema de semilla robusto que abastezca a los agricultores en gran volumen, en aproximadamente 5 años.http://www.ciatnews.cgiar.org
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